martes, 26 de diciembre de 2017

VEINTE - Olvido y pérdida...

Gorda:

Hoy desperté con un miedo, con un miedo enorme que no sentía hace mucho. Desperté con un miedo porque por primera vez en mucho tiempo lo sentí real. Por primera vez en mucho tiempo visualice que te perdía. Me vi solo, te vi mirando con ilusión a alguien más. Te vi admirando a alguien más, te vi besando a alguien más, como si todo eso pasara frente a mis ojos.
El viaje desde mi casa al trabajo ni siquiera lo sentí pasar, porque mi mente solo estaba abstraída en ese pensamiento y en cómo me sentiría al respecto. Pensé en todas las formas buenas o malas que tendría de afrontar tu partida. Pensé en todas las formas de venganza que encontraría sobre aquel que osara llevarte de mi lado. Pensé en todas las cosas que podía hacer para controlarte, para que eso que me invadió no suceda.

Y entonces entendí que si eso sucedía es que yo lo había permitido, entendí que si eso pasaba es porque yo había dejado las puertas abiertas, había permitido que el miedo se apodere de los dos, que la inseguridad se apodere de ti y que la desilusión reine en nuestra relación. Entendí que no te ibas de mi lado, entendí que yo te perdía. Que yo tiraba al tacho todo lo que habíamos logrado con tanto cariño y esfuerzo. Que tú ya no sentías ilusión cuando me mirabas, que el cuerpo ya no se te encendía cuando mis manos lo tocaban, que ya ni siquiera conversar conmigo te emocionaba y te hacia feliz como meses atrás.

Pasé todo el día desconectado intentando culparte de algo que ni siquiera ha pasado, pase todo el día intentando fingir que no me importaba hablar contigo. Intentando acostumbrarme a la idea de que no estes porque ese miedo me convencio que no estaras.

Y te extrañe como no recuerdo haber extrañado a alguien nunca. Y me hiciste falta tanto, que abri una y otra vez la ventana de nuestra conversación para ver si en algun momento te animabas a escribir algo. Y me vi una vez más huérfano sin ti.
Reflexione y pensé que no podíamos perdernos, que las cosas estaban bien y que el amor que teníamos se había vuelto fuerte, maduro.

Y entonces revisando el muro, vi una frase que me encantó y pensé en ti. Pensé en todo lo que te amo y dije “Tengo que enviársela”. Y vi la fecha ….”26 de diciembre”…
Un escalofrio recorrio todo mi cuerpo, sentí que me enfrié en menos de 1 segundo como si muriera y volviera a vivir. Estoy seguro que no estuve vivo por al menos 1 segundo.
Hoy es 26, y ni tu ni yo lo recordamos. Hoy es 26, el día que juramos no sería normal.
Hoy fue un día normal y con esa normalidad mi ilusión se aletarga y con esa normalidad el miedo que sentí hoy al despertar empieza a reinar.

Feliz 26, dentro de lo posible. Te amo aunque no pueda entender como a los dos se nos pasó ese día que juramos nunca sería normal.

Siempre tuyo,

Edu

No hay comentarios:

Publicar un comentario