viernes, 26 de abril de 2019

TREINTA Y SEIS : 1095 #TEAMO3000

Gorda:

Hoy tengo que escribirte por 2, porque el mes pasado no pude escribirte por obvias razones. A veces creo que si sigo haciendo esto todos los meses va a llegar un mes en el que no voy a tener nada más que decirte, o en el que tal vez voy a sonar a repetido, pero lo cierto es que la historia que estamos eligiendo vivir día a día me da alegremente muchas cosas de las que hablar. Es tan bonito todo esto que hemos elegido vivir juntos, que definitivamente mi terror más grande hoy, es no tenerla más. No tener más esta historia, tener que escribirle una página de fin. Pero no voy a pensar en el miedo hoy, porque lo que hoy celebramos es un día que nos hace recordar las razones de nuestra decisión, las razones y el porqué de seguir aquí juntos 1095 días después. Vamos más de 1000 días juntos, ¿te suena? ¿No te parece increíble?

Solo por si lo quieres saber nuestro día 1000 juntos fue el 21/01/2019. Y yo solo quiero que sean 1000 más, pero 1000 años a tu lado. Porque estoy seguro que en esta vida y en las que vengan mi alma se volverá a enamorar de la tuya sea cual fuera la situación. Solo pido siempre volverte a encontrar, sabré reconocerte.

Recuerdo como si fuera ayer el día que decidí pedirte que seas mi “enamorada”, bueno miento, recuerdo el día que tome acción y planee todo para pedirte que lo seas. Porque decidir que quería que lo fueras lo había hecho desde mucho antes, solo estaba buscando el momento oportuno, ni tan antes que pareciera desesperado, ni tan después que pareciera sin interés.
Salí de mi trabajo en punta hermosa con un poco de antelación a mi horario habitual, tenía ya la medalla en el bolsillo de la camisa. Pensé que no podía llegar con las manos vacías, cumplíamos dos meses de ser “salientes” (que pendejo termino que se ha acuñado en esta generación). Así que al estar en el bus en plena avenida Javier prado recordé que había un Rosatel en la clínica Ricardo Palma y decidí hacer una parada previa. Además mi habitual ansiedad me hizo salir antes de lo que debí y estaba un poco adelantado respecto a la hora que habíamos acordado. Así que pensé que sería también una buena manera de alargar mi camino.

Y así lo hice, baje en la clínica y me dirigí hacia el rosatel que está en la parte de adentro. Al estar ahí pensé en que regalarte, baraje opciones pero tampoco quería ir por la calle ni esperar fuera de tu trabajo con una cosa muy escandalosa. Sobre todo porque no sabía cuánto tiempo debía esperar.  Opté por una caja de rosas, opté por lo más sobrio. Y me encamine.
Mientras estaba en camino al sitio, se me cruzaban muchas cosas por la cabeza. Pensé más de una vez que podrías decir que no, que podrías pedirme tiempo para pensarlo o que podrías aburrirte de mí, después de todo tu tanto como yo te pintaste como la persona que no buscaba algo serio y no buscaba un compromiso fuerte.

Pensé un par de veces en no hacerlo, ya que las flores que había comprado no representaban una obligación de hacerlo, podían ser una excusa de la celebración. Pero luego pensé que si no lo hacía tal vez no tendría otra oportunidad, o que si no lo hacía pronto pensarías que realmente yo estaba tomándolo como algo no serio, apreté fuerte la caja y me arme de valor.
Al llegar te escribí para hacerte saber que estaba abajo, me dijiste que bajabas enseguida, y bueno demoraste un poco. Cuando te vi saliendo por la puerta del edificio quise sorprenderte con la caja de rosas y busqué esconderla detrás de mi. Lamentablemente mis esfuerzos fueron en vano, los vidrios del edificio vendieron el reflejo de lo que guardaba recelosamente para ti.

Te salude con un beso, de esos que vienen cargados con ilusiones, de esos que te arrancan una sonrisa, y te entregue la caja de rosas. Sonreíste, te mostraste sorprendida, agradecida y un poco enrojecida. Parece que era la primera vez que alguien te llevaba algo así en pleno centro de san isidro y con muchos de tus conocidos pasando a tu lado.

Te miré, te pregunté qué tal había estado el día, suspiraste y respondiste que un poco pesado. Te pregunte si estabas lista para irnos al restaurante que habíamos pensado. Dijiste que sí, y entonces dije:

- “Antes que nos vayamos hay algo que quiero decirte”.

Tu cara reflejo curiosidad y entonces te quedaste en silencio escuchando atentamente. Y proseguí.

- “Sabes que ya llevamos dos meses de estar saliendo y me parece que nos ha ido bastante bien, me siento bien a tu lado y creo que tú también te sientes bien…”

Asentiste con la cabeza e hiciste una mueca para darme a entender que pensabas igual que yo.

- “Y entonces, después de este tiempo he pensado que podríamos hacer algo más y es por eso que quería pedirte…”

Mientras decía esto, te miraba atentamente a los ojos e iba acercando lentamente mi mano al bolsillo de mi camisa. No tengo muy claro si fue porque no confiabas mucho en mi estabilidad emocional o si fue porque más de una vez bromee con que deberíamos casarnos pronto, pero vi como tus ojos se fueron abriendo mucho más de lo que alguna vez los había podido ver y tu cara fue pasando de una tensa alegría a un terror espeluznante. Y yo dije:

- “…o quería saber si querías ser mi enamorada?”

Tu expresión en el rostro fue cambiando a un furioso alivio, y con una sonrisa satisfecha, pero luego de una pequeña pausa, para agregarle ese misterio al que me tenias acostumbrado dijiste.

- “Si, si quiero.”

Y ese “sí”, tu primer “sí”, mentira, tu segundo “sí’” nos tiene hoy celebrando todos estos días y todas estas alegrías juntos.

Solo me queda decirte después de este tiempo, gracias, gracias porque me has dado absolutamente todo, gracias porque me has recompuesto y me has hecho una mejor persona, gracias porque por ti y por tu existencia todas las cosas en mi universo tienen un propósito, gracias por tu elección, porque con miedo y con todo sigues eligiendo nuestra historia.

Solo me queda prometerte que estos 3 años son solo el comienzo, y que pase lo que pase seré yo siempre el que esté ahí para ti, que pase lo que pase serás mi prioridad número uno y que siempre tendrás mi sonrisa y mi mirada para hacerte sentir por siempre la persona más especial del mundo.

Gracias por tanto y por todo, no cambies nunca, no te vayas nunca, no me dejes nunca. Feliz 26! Felices 3 años a tu lado!
Siempre tuyo,

Edu

PD: Entre pairos y derivas por los mares de mi vida, hoy me veo siempre bogando a ti..