lunes, 26 de diciembre de 2016

OCHO - UNA VEZ MÁS

Hoy definitivamente no es fácil para mí escribir, sé que no es mi mejor día y se de sobra que tampoco lo es para ti. A pesar de todo, no hay ningún estado de ánimo ni circunstancia que me pueda impedir cumplir con este rito que ya es una tradición para mí y sé que tu ya lo esperas cada 26.

Que te puedo decir? No ha sido un mes fácil, vaya que no. Pero en todos los días desde que este mes inicio puedo decir que estuve pensando en ti. Sabes que no he ido a trabajar y hace una hora estoy leyendo nuestras conversaciones en whatsapp de hace un mes atrás. E incluso hace un mes tenía todos esos pensamientos dañinos que ya solté e incluso en esos momento luchabas con una entereza única para que no te afecten, para que no nos afecten.

Te agradezco mucho cada gesto, cada vez que ignoraste mis estupideces, cada vez que no le diste cabida a mis miedos en tu corazón. Te agradezco esa fe en esto, en nosotros, en mi. Te agradezco haberte dado desde el principio de una manera diferente a la mía pero  probablemente muchísimo más importante. Porque es cierto tal vez te faltan detalles, tal vez ganas, tal vez tiempo, pero la manera en que todo este tiempo has aguantado mis bombardeos es realmente admirable y no solo admirable sino realmente conmovedora. Definitivamente no lo merezco. Merezco que hace tiempo te hayas cansado de mi y de mis flagelos, merezco que hace mucho hayas decidido buscar algo mejor, merezco que me hayas dejado solo porque parece que eso es lo que quisiera al final.

Pero como el amor no conoce de merecimientos entonces tu has decidido regalarme algo que tal vez en un momento merecí pero que claramente hoy es algo que no debería tener.

Hoy quiero pensar que puedo volver a ser ese Eduardo que te ilusiono y que te hizo abrir las puertas del corazón. Hoy quiero convencerme que puedo volver a confiar, que puedo volver a creer en que merezco el amor de alguien tan maravillosa como tu. Hoy mi única razón para seguir peleando es pensar que puedo volver a regalarte momentos bellos, únicos, mios, de ambos. Hoy tengo la esperanza de poder borrar a besos tantas lagrimas, hoy tengo la idea de abrazarte fuerte hasta que entiendas que no me voy a ir de tu lado. Hoy quiero agradecerte porque cuando pensé que era yo quien iba a enseñar, termine recibiendo una lección más grande que cualquier cosa o gesto que yo haya podido tener contigo.

Es cierto que no tengo idea como volver a esos momentos aunque sean momentos muy cercanos.  Pero tal vez sin pensarlo mucho y sintiéndolo mucho más podre seguir a mi corazón y él me dirá cual es el camino de vuelta al tuyo.

Perdóname por todos los errores, perdóname por mis omisiones, por todo lo que digo y hago que nos aleje en vez de acercarnos. Te pido con el corazón en la mano y con las lágrimas que mojan mis manos mientras escribo que me des una última oportunidad, que creas una vez más, que apliques el borron y cuenta nueva no en tu memoria sino en tu corazón y que me veas como me veías esas tardes en el malecón, con esa mirada que me decía que te fascinaba. 

Te amo katerine, y espero poder seguir teniendo el privilegio de amarte por muchos años más. Por más atardeceres y amaneceres a tu lado, te amo gorda! Se que es difícil de decir, pero es lo único que me parece puedo decir alegre hoy. Feliz 26!!! Un día más para recordar porque empezó todo y como y cuanto creció. Nunca me cansaré de decir que tu eres lo máximo y yo solo tengo demasiada suerte! Te amo!

Siempre y sinceramente tuyo,

Edu






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