domingo, 25 de febrero de 2018

VEINTIDOS - Te explico....

Sé que hoy debería haber hecho una fiesta, Sé que hoy deberia despertar cantando, hoy todo debería ser alegría, hoy debería haber comprado parte del cielo para adornarlo con un color morado, morado tenue, como le gusta.

Y, por el contrario; hoy me levantare para ir a trabajar esperando que la semana me trate con una bondad que se ha ausentado durante todo el mes. Hoy estoy rogando porque el día me dé la oportunidad de verla para celebrar, aunque soy consciente que no me he permitido preparar una celebración digna de este día. Estoy convencido que no es una celebración propia para hoy el ir a una cena, un cine, o un lujoso hotel. Que nada de lo que haga hoy realmente le haría justicia a lo que significa este día y por ende estoy muy decepcionado conmigo mismo.

Pero, sé también que no puedo ni debo estar cabizbajo porque hoy, hoy es el mejor día de la vida. Hoy, dos años atrás,  cuando parecía que la vida demoraría en volverme a pasar por encima; en volverme a sorprender de formas que, en mi evidente ignorancia de sus formas, nunca entiendo. Ella, dos años atrás, acudió fiel a su llamado; Y con pleno conocimiento de sus deberes y en completa realización de sus obligaciones, simplemente obró. Y puso al ser más bello en mi camino. En un momento en que yo solo caminaba rodeado de sombras, puso una luz. A esa luz, yo me aferre desesperadamente como un piloto en pleno descenso se aferra a su paracaídas.

De esa luz aprendí a vivir, a alimentarme, a cambiar, a permanecer, a ser. Y, con esa luz en mi hoy es que me sostengo a mí mismo para no caer en los momentos en que quisiera partirme en pedazos, en los momentos en que mi fragilidad se compara a la de una hoja de árbol caído.

Por ese ser, aprendí a ser fuerte. Por ella aprendí a luchar. Me prometí que no caería, que a pesar de estar destrozado me mantendría de pie. Que a pesar de estar cansado no me quejaría. Que con ella y por ella encontraría formas constantes para inventarme razones, perdón, para inventarle razones para que no me deje nunca. ¿Por qué? Porque en palabras sencillas no permito que mis pensamientos me traicionen mostrándome un mundo sin ella. No lo aceptó más. No lo quiero más. No sé si la vida sabía lo que hacía. Sé que buscaba curarme pero en su intento me volvió dependiente de esta felicidad, de esta droga inerte que tiene el poder de hacerme olvidar lo malo, de esta emoción incontrastable que me lleva a la cima y de vuelta en el exacto momento.

Hoy, mi única alegría es a su lado. Hoy, mi única tristeza se regocija en su ausencia. Hoy, no entendería nada del mundo si ella no estuviese a mi lado. Hoy, no hay un lugar para esconderse de su figura, su nombre, sus ojos, su voz, todo de ella está grabado en cada fibra, en cada lote de información que almacena mi mente. Acumulo datos, momentos y fechas para seguir encontrando cosas que recordar, momentos que celebrar. Hablo de ella con cuanta persona me lo permite y a veces, hablo de ella solo. Me recuerdo a mí mismo lo bendecido que fui, que soy, por tenerla en mi vida. Me consuelo al extrañarla tanto. Me animo para estar preparado para el momento en que finalmente pueda verla. Porque no me permitiría que me vea triste, no querría. Me resondro por las fallas que tengo con ella. Me digo que no habría forma de que fuera más afortunado. Y a veces, me respondo que por primera vez en mucho tiempo estoy de acuerdo conmigo.

Estoy seguro, nunca encontraré una correcta forma para definir esto que tengo o siento. Será difícil que pueda cuantificar la importancia de ese ser en mi vida. Y probablemente hoy, sea imposible ya para mi tomarme el desayuno con su ausencia alguna vez.

Perdón si no he dicho de quien hablo, de que hablo. Hablo del principio ultimo de mi vida, hablo de ella que llego hace dos años y que todo lo volteo. Volteo mis tristezas, mis sueños, mis miedos. Volteo lo todo.

 ¿Qué si tiene nombre? Si, si tiene. Se llama Katy, y hoy hace dos años ella con un balance más positivo hacia las dudas que hacia las certezas decidió aun así salvarme. Regalarme vida y con ella darme la oportunidad de ser verdadera y genuinamente feliz.

Yo la amo, la pienso, la extraño, la siento, la admiro y si, aunque mi orgullo ciego por momentos diga que no, la necesito en mi vida para evitar que vuelva a ser obscuridad.

Soy feliz por su causa y en su causa espero regocijarme (no se lo cuentes a nadie) por el resto de mi vida aunque aún no encuentre la manera de decírselo, de manera formal. Y soy feliz porque hace dos años todo dejo de permanecer y me dejo permanecer por gracia a su lado.





PD : Gordita, Feliz 26, hoy tenemos un año más juntos. Espero que esto que escribí arriba te ayude a entender y te guste. Como te dije hoy no pude preparar nada especial, pero espero que entiendas con estas pocas palabras que eres lo mejor de mi vida. Gracias por decidir entrar, espero que nunca decidas salir. Felices 2 años (no oficiales jaja) mi amor!!! TE AMO!


No hay comentarios:

Publicar un comentario