En este momento después de pasar
3 días a tu lado., sentí la necesidad imperiosa de escribirte y contarte o
describir todos los momentos que habíamos pasado para que no se te olviden
pensando en que era la primera vez que tu pasabas un fin de semana con alguien
y lejos de tu casa. Pensando tontamente que la única que había aprendido eras tú.
Sin embargo ahora mismo mientras
te escribo se y entiendo que tal vez yo aprendí más que tu porque aprendí mucho
de ti y te conocí más y eso es bueno para cualquiera que sea el caso.
Aprendí que eres muy indecisa, que el color de
tus decisiones cambia y que depende mucho de las oportunidades que tienes y en qué
momento las tienes.
Aprendí que tienes muchas
historias que contar, y que muchas veces no me van a gustar esas historias y
que me equivoco en eso pero que debo aprender a escucharlas
.
Entendí que es cierto que
cualquier hombre ve lo que yo veo en ti y basado en eso entendí que las
posibilidades para ti son infinitas y que yo soy una oportunidad más que para
mi suerte fue bien aprovechada.
Entendí que yo nunca me curé, que
me hirieron más de lo que yo creí y que es probable que mis heridas nunca
terminen de supurar. Que esto no me va a dejar por mucho que quiera.
Entendí que tienes tanto miedo de
fallar como yo, porque esto es en parte la manera en que te quieres probar que
las heridas que te hicieron y sus posteriores efectos no fueron graves, no fueron de muerte y que
eres capaz de amar y sentir como cualquiera y te molesta fallar en eso.
Aprendí que cuando algo no te gusta
cuando no te sientes cómoda y estas lejos de tu zona de confort situacional
buscas algo que te haga sentir protegida, segura.
Entendí que los años que llevas
sola te han llevado a ver la vida de esa manera. A entender que la felicidad no
está en el otro sino en ti misma. Eso seguramente enamora a cualquiera, tal vez
sin entenderlo totalmente es lo que me enamoro de ti porque así como la mujer
se enamora del pendejo pensando que lo va a cambiar, el hombre se enamora de la
independiente pensando que la va a atar. Lo que entendí este fin de semana es
que eso no va a pasar, que tengo que dejar de esperar eso de ti.
Aprendí que por más que te quiero
más que a nada todavía tengo vergüenza de algunas situaciones pero no porque no
te tenga confianza sino porque siempre quiero quedar como el que todo lo hace
bien. Tu puedes pensar que a estas alturas no debería haber vergüenza pero yo
la tengo y tu también tienes algo más, lo que me lleva al siguiente punto.
Aprendí que te molesta que
conozca tus defectos porque tienes miedo a que los exponga o a que te los
recrimine alguna vez. Que a veces desearías que no te pudiera leer.
Entendí que por más que lo
intentes de alguna manera siempre te sales del libreto siempre eres solo tú por
un instante sin importar nadie más. Lo bueno es que aprendí que cuando ese
momento acaba y necesitas regresar, siempre regresas a mí. Y por ahora, eso es
lo mejor del mundo para mí.
Finalmente después de todo entendí
que aún tenemos mucho por vivir y hoy más que nunca tengo claro que
probablemente todas esas cosas que nos faltan no las vivamos juntos, pero hasta
que tenga que ser y mientras que tenga que ser, por poco o por mucho seguirás
siendo lo mejor de mi vida y seguiré aprendiendo y maravillándome día a día
porque eres un mundo entero por descubrir, eres un mundo nuevo para amar.
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