lunes, 31 de enero de 2011

..... Carnes Borrachas .....

Nunca fui tan consiente ni había caído tan en la realidad del pasado como lo he hecho hoy despues de pensar un poco y recordar un día en particular. Y todo gracias a visitas inesperadas y no planificadas de esas cosas que siempre salen mejor así.

Mi abuelo, un gran hombre que nació y vivió en Barrios Altos en 1921 hace ya 90 años. Un cholo acriollado de esos natos que aprendió a ser hombre de una manera arrancada y precoz porque la vida no le quiso dar más oportunidad de ser niño. Un niño que aprendía a lavar, remendar y planchar su ropa y la de sus hermanos mientras los otros niños aprendían a soñar y jugar a las escondidas.

Un joven que conoció la amistad y tuvo una amistad larga, duradera y con excesos con el alcohol, un Señor que pese a las limitaciones que la vida le impuso supo darse un lugar y hacerse de un nombre y un status a base de esfuerzo y experiencia. Un maduro impúdico que entrado casi en base 4 buscó a una indefensa niña de 18 y la hizo su mujer, si es que cabe el termino, aprovechándose de la necesidad de la niña de tener una vida propia y una libertad mil veces negada en una casa donde encima de todo gobernaba un tirano que ni siquiera había tenido por bien concebirla.

Un hombre que se obsequio a sí mismo el gusto de viajar, de conocer diferentes lugares, de vivir de la bohemia y de la botella cuando el cuerpo y la billetera aguantaban. Un padre que cumplió en todos sus deberes pero que erróneamente educado, por poco y le quita el derecho a  sus únicas hijas de educarse y por consiguiente casi me quita a mi mismo el derecho de nacer.

Un abuelo que siempre vio en mí al hijo varón que la vida siempre le negó y que sin decirlo ni expresarlo volcó en mi toda su expectativa, sueños y cariño. Claro, su cariño siempre fue raro he de decir pues comprendo que la rudeza de la vida que le toco vivir nunca le dejo aprender a ser sutil ni a expresarse con cariño pues hasta cuando me quiere dar un abrazo me termina golpeando, pero con el tiempo aprendí a entender que esa era su manera de decir que me quería entonces esos pequeños manotazos dejaron de doler.
Todo eso que he escrito en los párrafos anteriores ya lo sabía, sin embargo nunca había tenido la oportunidad de escuchar anécdotas familiares ni de escuchar de boca de alguien que haya sido su amigo o su cómplice en borracheras que cosas hacia o como era él.

Eso fue hasta el último miércoles  29 de Diciembre del año que paso, en el que recibimos la inesperada visita de unos tíos que viven en tierras gauchas y decidieron caer por las fiestas a Lima. Eran las 9:00 PM cuando yo me disponía a salir para despedir a Mario un amigo que por casualidades de la vida enrumbaba al día siguiente a Buenos Aires a pasar las fiestas del año nuevo y justo tocaron el timbre. Al abrir la puerta la sorpresa fue mayor cuando tuve a un tío de aproximadamente 1.80, medio robusto y calvo en su totalidad metiéndome un abrazo y un ósculo en la mejilla mientras exclamaba “Queriiiiiidooo que gusto de verte, boludo”

Yo sin salir de mi asombro estaba a punto de preguntarle a ese señor ¿Quién demonios era? y quién se creía para oscularme la mejilla así de esa manera y sin previo aviso. Felizmente antes de que lo haga mi abuela me llegó a prevenir de que se trataba de mi tío Jesús (para ese momento el único tio Jesús que yo tenia era uno que vive en Republica Dominicana y pues no se parecía en nada a ese Señor).

Cuando estaba a punto de preguntar quién era mi “Tio Jesús” aparece otro Señor con todo el bigote mejicano, flaco, alto y el pelo largo y canoso. Este señor hizo exactamente el mismo trámite que mi “Tio Jesús” y antes que pueda hacer la pregunta de porque los osculos tan confianzudos me salen avisando que él es mi “Tio Juan” (de ese si no tenia ninguno). Me había quedado claro que eran mis tíos, sin embargo aun no tenía claro de donde salieron y donde habían estado los 22 años de mi vida (bueno era un poco obvio que habían estado por argentina pero ese no es el sentido de la pregunta).

Es entonces cuando vi una señora llenita que ya tenía bien conocida, una sobrina de mi abuelo (hija de su hermana) que viene a la casa de vez en cuando a visitarlo y a visitarnos y comprendí que eran sus hermanos de quienes siempre habla. Entraron a la casa y preguntaron por mi abuelo, fui a buscarlo y cuando él salió a saludar fui testigo de un hecho sin precedentes. La cara de mi abuelo se iluminó y la alegría se poso en su rostro, no una sonrisa leve ni una risa producto de un chiste bien contado sino alegría de la más pura.  Tan pura que no me quedo de otra que contagiarme completamente y empezar a sonreír sin la más mínima razón aparente. Ellos al verlo exclamaron “Carne Borrachaaaaa” y yo pues en una mezcla de extrañeza y admiración contemplaba ese saludo que tenía mucho de familiar y a la vez mucho de amistad. No parecía que fueran tío y sobrinos quienes se estaban saludando sino un trió de personas que habían compartido muchos momentos juntos y que empezando por ese saludo tenían muchas cosas que contar y explicar.

Esa noche fue de indudable alegría, mis tíos se encargaron de contar mil y un anécdotas acerca de la juventud de mi abuelo. De cómo le gustaba tomar vinos y de los buenos, de cómo siempre llegaba a las reuniones más aun si había buen licor de por medio y de cómo siempre andaba vestido con su gorro, su saco y su chaleco derrochando garbo y elegancia por donde caminaba. Recordé todas las fotos posibles de su juventud o al menos de su madurez y lo imaginé así como era antes un Señor Alto, Robusto, Elegante, con un bigote bien llevado, directivo de oficio, libador de vocación. Lo imaginé así, sosteniendo la mano de un bebe regordete, medio achinado, de piel trigueña, sandalitas blancas y enterizo celeste. Lo imaginé llevando a ese bebe de la mano porque a ese bebe le encantaba caminar de la mano del Señor Chistoso con pelo encima de la boca. Lo imaginé luego un poco más entrado en años dedicándose a hacer un camión de madera y tallando una espada y al mismo bebe un poco mas crecido y ya no tan regordete trayendo sus soldaditos de plástico porque le encantaba ponerlos en el camión de madera que el Señor buenamente había tallado. Lo imagine mil veces más y siempre lo vi al costado de ese bebe, infante, niño, púber, adolescente, joven. Porque ese joven dentro de toda su joda y su ingratitud no concibe la vida sin ese señor. Porque ese señor espero toda su vida a ese bebe. Porque ese bebe aprendió a hablar y a caminar de la mano del Señor. Y porque ese señor supo renunciar a todo lo demás para ser un padre para ese bebe.

Y fui feliz en ese momento pudiendo conocer un poco más de ese Señor, pudiendo saber que no solo fue el autoritario que la hizo de hombre de la casa durante los primeros 20 años de mi vida, sino que también fue una persona que conoció la amistad de una manera fuerte y concisa. Que fue el compañero perfecto para una noche de conversación, amistad y tragos. Que fue un hermano ejemplar que la tuvo que pegar de padre cuando todos los otros niños la pegaban de hijo. Que fue un tío cómplice que se supo ser amigo de esos sobrinos borrachines, y que aún así no dejo de ser el mejor padre que la vida le permitió ser y se dio las energías para ser el mejor abuelo que yo he conocido en mi vida entera. Y solo para defensa de mí otro abuelo diré que él es uno de los ángeles que cuida mi vida, que la vida no me dio la suerte de conocerlo y que si lo hubiera hecho la elección del mejor abuelo del mundo tendría que compartirla, de eso estoy seguro.
Esa noche tuve que partir a despedir a mi amigo, mis tíos se quedaron seguramente compartiendo más cosas sin embargo yo quede con ellos en que tenía que volver a verlos antes que partieran nuevamente a Argentina pues me moría por oír más historias, sin embargo por cosas de la vida diaria el tiempo se me paso en dos patadas y sin darme cuenta ellos ya no estaban en Lima.

Solo espero poder darme en algún día cercano el tiempo y el billete para poder ir tras ellos y tras más historias de los “Carnes Borrachas”

5 comentarios:

  1. Me gusto muchisimo... se ve que adoras a tu abuelo, aprovechalo al maximo... El mio fallecio hace ya 10 años. Muy buena....

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  2. Eduardo, no he podido leer todo porque estoy en el trabajo XD, pero lo poco que he leído me pareció muy bueno.

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  3. Pierrrrrrrooooo!!!! Muchas Gracias por leer !!! :) Y que placer que te haya gustado!!! Don't Worry tomate tu tiempo para leer lo demas :)

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  4. simplemente genial y extraordinario!!!Saludos Gazu, sigue asi escribiendo con esa pluma virtual!!!Saludos, un abrazo y que el Flaco siempre te bendiga a ti, a tu family y a los "Carnes Borrachas"!!!

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  5. Jajajajajajaja Gracias muchas gracias pero creo que me sobrellenas de elogios todavia no creo llegar a un nivel "genial" pero ESO ESPERO :)

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