martes, 14 de febrero de 2012

Familiarmente Natural

Como una inyección de ganas, eso son ustedes en mi vida. Como una droga inmaterial que me llena y me reconforta. Con ustedes no tengo miedo de ser quien soy, los defectos no los escondo y mis sonrisas no son sonrisas “para la foto”. Con ustedes los insultos no hieren, las verdades no duelen y las mentiras no matan porque no hay mentiras que esconder.

Son una de las cosas más grandes que la vida me ha dado y solo la misma vida sabe porque no estamos lo cerca que quisiéramos el uno del otro, pero es la misma vida la que sin que nos lo propongamos nos regala días y momentos tan valiosos como los que nos ha tocado vivir en este último mes y más intensamente en esta última semana.

Agradezco profundamente cada día que he podido pasar a su lado, cada momento, cada risa, cada caricia, cada beso, cada mirada, cada renegada, cada papelón en la calle, cada palabra que pude escuchar directamente de sus bocas. Creo que saben lo importante que son para mí y si no lo saben se los digo ahora y son así de importantes porque el lazo que tenemos nosotros es tan grande y tan lindo porque muchas otras familias en nuestra situación se hubieran separado terminando por hablarse de vez en cuando y no importando mucho si es que había oportunidad de juntarse o no, siendo unos perfectos desconocidos que se ven una vez cada año, o cada dos. Pero nosotros no, nosotros nos preocupamos el uno por el otro diariamente. Tenemos nuestras prioridades y tareas diarias pero estoy seguro que en algún momento del día pensamos en nosotros y en como estaremos y deseamos que todo esté bien, particularmente yo siempre lo hago no tengo un momento particular en el día para hacerlo pero siempre lo hago al menos una vez.

Con mi familia por parte de mamá las cosas nunca han podido ser así porque existe demasiada mala fe y envidia de por medio y cuando nos veo a nosotros no entiendo el porqué todas esas cosas se dan por el otro lado.

Esto no es algo muy largo porque no quiero aburrirlos ni aburrir a nadie que pueda leer esto, pero solo escribía para decirles que los amo mucho, que son mi razón para seguir todos los días, que vivo y lucho diariamente con la esperanza que días como los que hemos pasado se puedan repetir y sé que será así porque me lo he propuesto. Que siempre van a poder contar conmigo para lo que sea y que espero verlos muy pronto otra vez, que la vida nos regale esa oportunidad de abrazarnos otra vez, fuerte muy fuerte. Porque con ustedes el cariño sale a flor de piel y es algo natural, familiarmente natural.

No hay comentarios:

Publicar un comentario