Sabes que hoy por hoy me envuelven una serie de sentimientos que no encuentro como describir de manera clara. Jamas antes un paso hacia adelante había significado para mi la tristeza y la alegría a la vez.
El nacimiento y el cierre todo junto, la frustración y la ilusión en una mezcla casi equilibrada, que terminan por hacer añicos toda mi cabeza.
Mi mente está en blanco y sumergida en un completo caos, tranquila y dispersa. Buscando encontrarse, dando vueltas, como perro que juega con su cola.
Y en todo ese caos, en el medio, en el eje donde todo gira alrededor, siempre estas tú. Siendo mi calma, mi alegría, mi optimismo, mi paz. En resumen mi equilibrio.
Si no estuvieras tu, estaría sumergido en una espiral auto-destructiva, en un silencio adormecedor que poco a poco me iría llevando de seguro a sitios de donde no querría salir más. A sitios en donde casi es un hecho que me dominarían el miedo y la ansiedad.
Y en estas espirales es que me pongo a pensar que la vida es así, y que pronto nos espera un paso que dar que será hermoso pero seguro difícil. Difícil en la misma medida en la que está siendo difícil para mi dejar una etapa para entrar a otra.
Seguro cuando estemos cerca sentiremos ese vacío en el estomago, incertidumbre le dicen. Nos rodeará la nada dentro de nosotros mismos, querremos retroceder el tiempo y no tener que separarnos de lo que siempre ha sido nuestro, de ese piso que nos vio caer tantas veces, que tantas veces nos levanto. De esa mesa que nos dio de comer, que sostuvo nuestras amanecidas, que nos vio 3 veces al día. De aquel patio que nos regalo tantos rayos de sol, de tantas cosas y de las madres. De esas madres que estuvieron y estarán siempre, dejaremos la seguridad del regazo, el recuerdo de las caídas que siempre se curaban con una bandita o con un "sana sana". Las heridas que nos esperan necesitaran más que eso. Y cuando estemos a punto de echarnos para atrás, de que el miedo nos paralice, nos miraremos una vez más y espero que sepamos reconocer la belleza de la incertidumbre, el saber que nos espera todo lo que no hemos vivido, el saber que nos espera juntos y que no hay otra persona sobre la faz de la tierra con la que quisiera vivir esta parálisis del miedo que no sea el uno con el otro.
En mi caso esto ha servido como una preparación. El 14 de diciembre me lanzaré con los ojos cerrados y con la sonrisa plena. Así como me lanzare en unos meses más a la aventura más loca de toda mi vida, con los ojos cerrados y con la sonrisa plena. Estando seguro que lo único constante es el cambio pero que dentro de todo ese cambio, lo único permanente para mi luego del día que nos demos el sí, será tu mirada. Aquella mirada que siempre terminará por llevarme a mi, a mi centro.
Feliz 26!!!! Mi 55! Te amo!
Siempre tuyo!
Edu
PD: Cambia, todo cambia....
